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Los presos
de la Base Naval *
Raúl Wiener
Por La Primera el marzo 22, 2014
Ahora resulta que el INPE de Pérez Guadalupe, cuya
función es administrar el sistema carcelario y cumplir los mandatos del Poder
Judicial, se considera “agraviado” por la decisión de la Quinta Sala Penal que
le ha ordenado en instancia definitiva trasladar a los condenados por
terrorismo que permanecen en la Base Naval del Callao a un penal regular para
que sigan cumpliendo su condena.
El mismo INPE que no hace mucho movió a Polay, Rincón,
Cárdenas y Feliciano hacia Piedras Gordas, en los días en que llevó a Antauro
Humala “castigado” a la Base Naval, se opone bulliciosamente a que los jueces
puedan decidir un cambio definitivo en la situación carcelaria de estas
persona, en vista que con su reclusión en una instalación militar se les impide
el ejercicio de diversos derechos: salir a patio, recibir visitas de familiares
y amigos, acceso a lecturas y otros.
Pérez Guadalupe no ha dicho por qué se opone a derivar
a los prisioneros hacia prisiones de alta seguridad que son parte del sistema a
su cargo y por qué insiste en que los marinos se encarguen de la custodia de
civiles. A lo sumo habla de hábeas corpus rechazados anteriormente sobre esta
materia, obviando el hecho que la legislación antiterrorista se ha ido
adaptando con el tiempo, reduciéndose su aspecto excepcional que era fuente de
excesos que agregaban a la larga carcelería impuesta en las sentencias,
condiciones próximas a la tortura y al sobrecastigo.
El presidente de la Corte Suprema ha advertido que la
resolución judicial es autónoma y que él no puede interferirla y se ha
planteado la pregunta acerca de por qué se ha venido privando a los de la Base
Naval de derechos que tienen los demás presos. Y es precisamente de eso que se
trata. El encierro en la base naval tenía por objeto aislar al máximo a los
prisioneros y presionarlos hasta que se rindieran ante el gobierno de Fujimori.
Seguramente todos se acuerdan de la presentación
televisada de Guzmán e Iparraguirre anunciando el acuerdo de paz. Y tal vez
algunos sepan que a Polay quisieron sacarle algo parecido y no lo consiguieron
por lo que lo mantuvieron en penumbra por años para afectarle la visión. Pero
eso ya pasó. El Perú requiere a gritos normalizar sus estándares de derechos
humanos y disipar los elementos de guerra que aún quedan en el ambiente.
Me parece que ese ha sido el criterio de los jueces
que no han hecho ninguna rebaja sobre las penas que pesan en la cabeza de los
dirigentes del MRTA y Sendero Luminoso que presentaron el hábeas corpus, pero
sí les ha dado la razón en el sentido que deben ser tratados como cualquier
otro reo, con iguales derechos, obligaciones y limitaciones. Creo que, además,
el asunto vale para Abimael Guzmán y Vladimiro Montesinos, este último que fue
el que ideó la prisión militar donde se encuentra.
* Raúl Wiener Periodista, Analista Político y Económico peruano. Fue
periodista en el desaparecido diario “El Observador” (1981-1984), jefe
de la página económica, jefe de redacción y subdirector. Dirigió la
revista “Amauta” (1988-1992)y participó en otros proyectos
periodísticos. Actualmente es Jefe de la Unidad de Investigación del
diario “La Primera” desde 2007 y director del semanario Miércoles de
Política, a partir de julio 2013.
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